viernes, 9 de mayo de 2014

Lo que aprendí



El próximo mes cumplo 30 años. Y me siento contenta, porque siento que no han pasado en vano. Siento que voy a dejar la década de los veinte sintiéndome satisfecha, porque aprendí.

Aprendí que el cuerpo en el que habito debe ser tratado como un santuario, y que mientras más lo cuido, más ganas tengo de vivir.

Aprendí que los moldes preestablecidos sobre cómo debo vivir mi vida son prisiones que nos autoimponemos por miedo al qué dirán, y que cuando te atreves a romperlos empiezas a experimentar paz y libertad como nunca lo has sentido.

Aprendí que hay mucho que se puede aprender de la teoría, pero que no hay peor arrogante que quien se declara conocedor de todo, solo a partir de lo que aprendió de un libro.

Aprendí que las relaciones llevan esfuerzo, y que algo que no debe faltar es la empatía. Entender al otro en su contexto permite ajustar las expectativas y realmente apreciar lo que te entrega.  Y me refiero a las relaciones en su más amplio espectro. Desde la relación con tu compañero de trabajo, a tus amigos, tu familia, tu pareja… todas. Las relaciones requieren que uno esté dispuesto a poner de sí.

Aprendí lo importante que es trabajar, y saber hacer cosas por uno mismo. En una sociedad en la que todo se puede comprar, algo que no se compra es la capacidad. Ser capaz de hacer cosas uno mismo depende solamente de cuánto estamos dispuestos a esforzarnos. ¿Qué tanto estamos dispuestos a romper las barreras de nuestros miedos? ¿Cuánto dolor estamos dispuestos a aguantar? Aprendí que duele hasta que no importa… hasta que eres capaz de empujar a través de la adversidad y cada día te sorprendes menos cuando llegas al otro lado. Aprendí que soy capaz.

Aprendí que el amor requiere humildad, y que el primero en levantar la bandera blanca no es el más débil porque no es una competencia. Aprendí que hay que aprender a amar a quien se tiene al frente, y que el ideal no existe.

Aprendí que las amistades se cultivan, y que a veces algunas se marchitan.

Aprendí que muchas de estas cosas solo se comprenden en la práctica, y que por eso la paciencia es fundamental. Querer saltarse el proceso es querer saltarse la lección.

Aprendí muchas cosas importantes en ésta última década. Echando a perder se aprende y live and learn han sido las frases que más me he repetido estos últimos años.


El próximo mes cumplo 30 años. Y me siento contenta, porque siento que no han pasado en vano.

2 comentarios:

  1. Que lindo amiga, que bueno aprender tanto y cuanto queda por aprender adelante, que maravilloso es, no? Lindo articulo, yo también cada día aprendo y feliz digo que tengo 32 :)

    ResponderEliminar
  2. Hola Diana!
    Enhorabuena por tu cambio y por tu blog. Yo tengo 29 años, y a estas alturas también he decidido cambiar. Espero llegar a los treinta tan saludable como se te ve a ti, y sobre todo encontrarme bien conmigo misma y mirando hacia atrás, ver mis progresos y estar orgullosa. Porque todos podemos, "solo" hay que lucharlo.
    Tengo un largo camino por delante, muchos malos hábitos que cambiar como la alimentación y el sedentarismo, pero ya he tomado este nuevo camino (Gracias a Elena y a ti) y me siento feliz.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Archivo del blog