lunes, 7 de abril de 2014

Sobre el Orgullo en las Relaciones



¿Les ha pasado que deciden que van a ser más fríos con su pareja "para
que los aprenda a valorar"? ¿Les ha pasado que cuando lo son, la
relación se distancia más? ¿Y más encima se han sentido como que el
otro no entiende?

Bueno, pues cómo esperan que los entiendan si no comunican verbalmente lo que les pasa? La distancia comunica distancia, e instala
un muro entre los dos. Lamentablemente, muchas veces el orgullo es ese
sentimiento que nos traiciona y nos aparta de quien amamos.


Hay un libro de Hanif Kureishi que leí hace tiempo, se llama Intimidad, donde se pone en juego la relación de un hombre y una mujer que están casados. Y en una escena en particular vemos cómo el protagonista se sienta al lado de su mujer en la cama pensando en que se va a ir, la va a abandonar, sin embargo piensa una y otra vez “solo dime que me quede”. Le implora con el pensamiento, pero ella solo ve un cuerpo distante, un hombre que no le habla. En algún momento se cortó la comunicación. Lo que quiero recalcar de ese momento es cómo el orgullo se pone en el medio y nos impide decirle al otro lo que queremos.

A veces queremos que nuestras parejas sean adivinos, que tengan poderes de telepatía. Y perdemos tiempo y energía transmitiendo mensajes erróneos, o esperando que sea el otro quien adivine lo que queremos y necesitamos… y nos enojamos cuando no lo hace!
Cuando se logra tragar el orgullo (y literalmente se siente en el cuerpo cuando uno se traga el orgullo) es cuando se empieza a madurar en una relación. Cuando se logra decir: "te necesito" o "me pasa esto" expermientamos una libertad que no nos da el silencio. Como dice el dicho: más vale ponerse rojo una vez que colorado mil veces.


¡No les garantizo que la contraparte va a acceder a su demanda! Pero es mucho más fluida una relación en la que se establecen las expectativas y necesidades que una en la que se siente que se está librando un constante juego de poder para ver quién gana. Si los dos saben lo que quiere el otro (y se está dispuesto a darlo) los dos ganan.
¡Por una vida 360!

5 comentarios:

  1. Por alguna razón este post me ha recordado el libro "La mujer rota" de Simone de Beauvoir :)

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    1. No he leído ese libro aún, que interesante será leerlo! Pero al mirar de qué se trata, siento que captaste la intención de mi texto.

      Para los que tampoco lo han leído, les dejo la sinopsis del libro:
      La mujer rota es el título de un libro que reúne tres cuentos ('La mujer rota', 'La edad de la discrección' y 'Monólogo') con un hilo conductor común: la presencia en ellos como protagonista de tres mujeres víctimas de las relaciones con sus parejas, pero unas víctimas que no siempre son conscientes de su condición de tales o que se descubren como tales de un modo inesperado. El amor las conduce a una actitud abnegada que desemboca tarde o temprano en la insatisfacción y en el aislamiento.

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    2. Me ha gustado tu blog. No sé por qué aparezco como desconocida si me identifiqué.
      Besos,
      Daniela, Pajarito ;)

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    3. Diana, ese libro es un must. Do read it.

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