lunes, 14 de abril de 2014

La camaradería, en tiempos de penas y glorias

Este fin de semana que recién pasó subí un cerro. Me tomó cuatro horas y media en total, y durante ese tiempo tuve la oportunidad de observar la conducta de las personas que suben y bajan cerros.


Todos se saludan, y pareciera ser que la actitud que impera es la bondad. Me hizo pensar en lo importante que es tener esa cualidad en un lugar donde la seguridad no está garantizada, y se vuelve necesario confiar en la humanidad del otro.

Subiendo ese cerro, testigo de una subcultura, rumiaban en mi cabeza los recientes y trágicos acontecimientos en el país; y pensaba en lo necesario que es que, esa misma conducta que se ve entre montañistas, se emule en la ciudad.

En una sociedad en la que cada vez nos acostumbramos más a pagar por los servicios, vale la pena recordarnos que si se te está quemando tu casa, no le puedes pagar al fuego para que deje de quemar. 

Sólo puedes contar con la camaradería que te brinden los otros. Un estado preocupado por su gente no es suficiente. Es imperioso que cada uno de nosotros brinde apoyo a nuestro entorno, en los momentos más funestos como los que están ocurriendo hoy en nuestro país, como así también, en lo cotidiano de la relación con el vecino, con el cajero del supermercado, o el conductor de la micro.


Los invito a poner el hombro cuando sea necesario, para que contribuyamos a una sociedad más solidaria. Por una vida 360!

1 comentario:

  1. Si es verdad que actitud de las montañistas siempre es positiva y abierta, pero en la vida cotidiana todos andan bajo el estress, olvidando de la bondad

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