viernes, 23 de mayo de 2014

Una experiencia transformadora

Muy recientemente di un paso en mi vida, cuyo impulso provino de un lugar completamente visceral. Comencé a  impartir una clase de yoga. Mis alumnas se reducen a solo un par, y tan solo llevo tres clases, pero hasta ahora se ha convertido en una experiencia transformadora.


Al transmitir una filosofia y disciplina, como lo es el yoga, es posible tambien intervenir en un sujeto y generar efectos. Como psicóloga, comprobaba los efectos de una intervención cuando un paciente mencionaba algo que yo había dicho para confesar que aquello le habia hecho sentido, o que le habia remecido de alguna forma, así también como cuando escuchaba un cambio en su discurso. Como profesora, rápidamente observé este mismo efecto, y me ha parecido maravilloso, porque me he tropezado con una nueva forma de intervenir en un otro y generar un efecto de intervención. 

Una intervención produce distintos tipos de efectos. Hay los terapeúticos, que generan alivio, y sensación de bienestar, y suelen ser los más inmediatos. También hay los efectos de intervención que remecen y que empiezan a transformar a un sujeto. En mi camino personal practicando yoga, he percibido ambos efectos, tal como alguna vez experimenté con mi analista. Durante los años en que me formé para practicar psicoanálisis, aprendí lo imprescindible que es vivir la experiencia transformadora de un análisis. Hoy comprendo que esta misma regla se aplica a la transmision de una práctica como el yoga, ya que esa transformacion personal atraviesa completamente la enseñanza que uno traspasa.

No digo que el análisis sea equivalente a practicar yoga, ni que los mismos principios rijan ambas prácticas. Sino digo que ambas prácticas generan efectos en quien las vivencia, y proveen de una herramienta de intervención para quien las imparte. En este sentido, el enseñar yoga me ha abierto una puerta a un mundo nuevo y emocionante en el que tengo la posibilidad de contribuir a un otro cuando lo necesita.

Como profesional, considero que mi experiencia personal da un sello característico a mi método, pero apunto a que mis intervenciones no sean en calidad de dogma (como si hubiese UNA sola forma de hacer  las cosas) sino más bien que sean un estímulo que susciten transformaciones sanadoras.

Veremos adónde me lleva esta nueva incursión. 
Por una vida 360!

9 comentarios:

  1. Buenaventura en tu nueva iniciativa Diana. Acabo de ver tu entrevista con Elena y de ahí llegue a tu blog. Felicitaciones por tus logros en la practica de una vida en salud, un abrazo. :)

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena, gracias por compartir tu experiencia , eres un ejemplo a seguir. :) Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
  3. Hola Diana quiero hacerte una pregunta.Como puedo identificar las causas o las razones que me están atando y me impiden llevar a cabo los cambios en mi vida.Hace tiempo que me he propuesto cambiar malos habitos y conductas pero veo que vuelvo a caer y no logro comprender el porque de mi fracaso,estoy decepcionada de mi y estoy enojada conmigo soy mi peor enemiga.Me analizo y leo y busco una respuesta que me ayude a salir de este circulo vicioso pero no encuentro la salida.Quizas tu q sos sicologa y viviste una experiencia similar me puedas ayudar,muchas gracias.Erica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Erica, se me hace muy dificil darte una opinión sobre lo que te ocurre si no conozco tu historia, ni te he escuchado hablar sobre ti. Pero te puedo decir que a veces, cuando el malestar incomóda mucho, puede ayudar recibir ayuda de un profesional. Quizás debas intentar probar con un psicólogo, u otro terapueta que a ti te acomode.
      Lee mi artículo Practice Moderation, en el que hablo sobre el tema.
      Cariños

      Eliminar
    2. Gracias.Es cierto hay veces que tenemos que recurrir a un profesional y pienso que en mi caso la fe que tengo en Dios me esta ayudando con estos problemas.Gracias .

      Eliminar
  4. Qué lindo, Diana. Hace poco comencé a hacer yoga, pero he sido inconsistente. Sin embargo, siempre que vuelvo a empezar me sorprendo del cambio que siento en mí.
    De pura pava dejo de practicar las rutinas, escudándome en la falta de tiempo... Sé que no es excusa y que me pierdo de algo maravilloso.
    Lo bueno es que siempre lo vuelvo a intentar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entonces deje de pavear y sea constante ;) porque si te sientes bien haciendo yoga esporádicamente, imagínate como te vas a sentir si eres constante.
      Saludos

      Eliminar

Archivo del blog